Después de mucho tiempo sin actualizar el blog, es hora de dar un pequeño empujón al mismo y que mejor momento que en la primera luna del verano, estación que congrega un mayor número de aficionados a estos, nuestros benditos aguardos.
Llevamos unos días de fuerte calor, esto se nota sobremanera en el campo, condiciona el comportamiento de los animales y por supuesto de nuestros jabalíes, que tras abandonar el calor del monte, buscarán ávidos charcas y ríos con el fin de calmar su sed. Si cazáis en zonas extensas, y no sabéis donde poneros, éstos últimos pueden ser una opción muy buena, ya que tras calmar la sed, suelen rebuscar entre las piedras lombrices y cangrejos, terminando con un buen baño de barro, antes de iniciar sus correrías nocturnas hacia siembras, rastrojos, frutales o comederos.
Cuántos atardeceres hemos visto y cuántos nos quedan aún... sin duda, un espectáculo de la naturaleza. |
Comederos... escribiendo esta palabra, pienso que en poco más de dos años de vida de AEXA, se han conseguido dos cosas a mi parecer importantísimas. Una de ellas, la luz artificial, al fin el sentido común imperó en la Administración; la otra, los comederos. Sí señores, los comederos, esos lugares proscritos hasta hace poco, esos lugares donde se aporta alimento al monte en los meses de mayor carestía, esos lugares reunión de multitud de especies animales, esos lugares en los que el cazador gestiona su coto de manera eficaz, esos lugares en los que disfrutas de la noche y sirven en muchos casos como remedio a las preocupaciones diarias.
Sabéis?... aunque suene extraño, considero el hacer un comedero como un arte, el cazador ha de conocer el terreno, las querencias, la dirección más habitual del viento, los gustos alimenticios del jabalí y por supuesto, añadir grandes dosis de paciencia, pues en el caso del esperista es una gran virtud. Si hacemos las cosas bien y con esa pizca de suerte que siempre se necesita, la naturaleza puede obsequiarnos con un buen jabalí que colme nuestras expectativas.
Gran jabalí iniciando su careo al atardecer. |
Si por el contrario, no tienes posibilidad de preparar un comedero, no te quedará más remedio que recorrerte las zonas más querenciosas del coto para montar el puesto, buscando veredas, pasos en alambradas, fruta o también charcas y ríos como apuntaba más arriba. Sin duda, si tienes la fortuna de hacerte con un jabalí, la satisfacción será doble.
Sea como sea, que tengáis mucha suerte estas noches.
Miguel López.
Socio de AEXA
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